martes, 27 de septiembre de 2011

Cadáveres tienen “larga vida” con uso de glicerina.


Mantener la flexibilidad de los tejidos, facilitar la investigación y disminuir los riesgos de los estudiantes al trabajar con formol son las ventajas de la utilización de una técnica innovadora en la conservación de restos humanos.
 Una pieza cadavérica conservada en glicerina (izquierda) comparada con una que permanece en formol (derecha). Foto: Pilar Vera / El Telégrafo
 
Huesos. En cuadros o vitrinas; grandes  o pequeños;  conservados dentro de  plástico, sobre la mesa, en fotos a vivo color o allí, dispuestos para el estudio.
Órganos, manos, cerebros humanos, corazones... en estantes, nadando dentro de envases plásticos con sustancias transparentes.  
 

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